
DURIGUTTI CLASICO BONARDA:
Bodega Durigutti se encuentra entre las mejores 50 bodegas del mundo 2023, puesto número 13 en Worlds Best Vineyards. La bodega se encuentra ubicada en el corazón de Luján de Cuyo, precisamente en el distrito de Las Compuertas, una de las zonas más antiguas y tradicionales para la elaboración de vinos de alta calidad del pais. De aquí nacieron los primeros Malbec de la Argentina y es actualmente una de las microrregiones en proceso de revaloración con preciadas viñas centenarias.
Conocidos como los vinos de etiquetas negras del porfolio, es la base de la pirámide de Durigutti, fiel al estilo que caracteriza la labor conjunta de Héctor y Pablo Durigutti enólogos y directores de la bodega. El vino se elabora con un 60% uvas de Bonarda de Agrelo y 40% Ugarteche ambos de Lujan de Cuyo. Fermentación malolatica en barrica de roble francés francés 3er y 4to uso de 500 litros durante 25 días. Crianza de 6 meses en las mismas barricas y 6 meses en pileta de concreto sin epoxi.
NOTA DE CATA:
Color: rojo rubí brillante.
Aromas: atractivos aromas a frutas rojas, moras, arándanos, hierba y piel de naranja seca.
Boca: suave y jugoso con cuerpo medio y una estructura tánica pulida. Delicioso y fácil de beber, con frambuesas silvestres y flores secas al final.
BONARDA:
La uva Bonarda llegó a Argentina a través de inmigrantes italianos y se conocía como Barbera o Bonarda Barbera, y se cultivaba junto a otras variedades comunes. Durante muchos tiempos, desempeño un papel esencial como base para la producción de vinos de corte, contribuyendo al equilibrio de las mezclas.
A finales del siglo pasado, en Argentina, la extensión de viñedos de Bonarda superaba la de la uva Malbec, que con el tiempo se convirtió en la uva emblemática del país. Actualmente, se registran alrededor de 18700 hectáreas de Bonarda en comparación con las 42000 hectáreas de Malbec.
A pesar de su contribución al auge del Malbec, los productores de vino comenzaron a relegar la Bonarda y a preferir la uva Cabernet Franc o las variedades Criollas, que descienden de variedades europeas mediante cruces naturales o inducidos.
Durante años, los viticultores de origen italiano confundieron la Bonarda, como se llama en Argentina, con la uva Bonarda del Piamonte. Fue en el 2009 cuando finalmente se descubrió que la uva no era Bonarda en absoluto. La investigación dio a conocer que se trataba de una variedad francesa. Un perfil de ADN manifestó que la uva era idéntica a otra casi extinta nacida en Saboya (región contigua a los Alpes franceses), conocida como Douce Noir, que también es idéntica a una uva encontrada en viñedos viejos en Napa bajo el nombre de Charbono.
Actualmente son varias las bodegas argentinas que decidieron revindicar a esta variedad de uva tan importante para la historia del pais. Esta cepa se destaca por presentar muy buen color, taninos suaves, ser fácil de beber y de baja graduación alcohólica.