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IDDA

El alma volcánica de Sicilia


IDDA es un proyecto vitivinícola único en nuestras cavas, tanto por su origen como por las variedades de uvas que utiliza. Es uno de los descubrimientos imprescindibles para cualquier apasionado del vino.

La historia de IDDA comienza en 2016, cuando Angelo Gaja y Alberto Graci deciden unir sus conocimientos para elaborar vinos en una de las regiones más singulares del mundo: el Etna, el volcán activo más alto de Europa, situado en la isla de Sicilia, frente a la “punta” de la “bota” de Italia.

Un proyecto tan innovador requiere la pasión y la amplia experiencia de dos enólogos comprometidos con los desafíos. Uno de los visionarios detrás de esta idea es Angelo Gaja, nacido en la región vitivinícola de Barbaresco, un reconocido enólogo y productor de vinos italianos, considerado una de las figuras más influyentes en la modernización de los vinos del Piamonte.


De izquierda a derecha: Giovanni Gaja, Gaia Gaja, Rossana Gaja, Alberto Graci y Elena Graci.
En 1859, su familia fundó la prestigiosa bodega Gaja, famosa por sus vinos de alta calidad, con especial enfoque en Barbaresco y Barolo. Con el tiempo, la bodega ha crecido y expandido su producción a otras regiones, como la Toscana. El éxito de Gaja se debe a su espíritu innovador en una región tradicional, introduciendo técnicas como el uso de roble francés y la plantación de variedades internacionales como Cabernet Sauvignon y Chardonnay.

El otro fundador es Alberto Graci, enólogo y productor de vinos italiano, destacado por su trabajo en la región del Etna. Considerado una figura clave en la viticultura moderna de la isla, su profundo conocimiento del terroir volcánico y su enfoque avanzado lo han establecido como una de las voces más influyentes de la región.

La unión de estos dos grandes enólogos se da en un escenario único: una de las regiones vitivinícolas más excepcionales del mundo. A diferencia de otras zonas italianas, los suelos del Etna son muy jóvenes y están profundamente marcados por la constante actividad volcánica, lo que genera una gran variabilidad en profundidad y textura, incluso dentro de una misma parcela. Algunos de estos suelos están compuestos principalmente por arena y arcilla calcárea, ricas en minerales y con buen drenaje, logrando buena fertilidad, con notable presencia de hierro y cobre, y bajos niveles de caliza.

Cada viñedo del Etna supone un desafío, ya que se deben mover rocas y crear terrazas para plantar las vides. El suelo, compuesto por arena y ceniza, es tan ligero que incluso inclinaciones suaves pueden hacer que se desplace cuesta abajo. Los terrenos están cubiertos de capas de cenizas, lapillus y rocas de diversos tamaños y formas, lo que contribuye a la complejidad única de esta región vinícola.

El volcán alcanza una altura máxima de 3.350 metros, y los viñedos del Etna se extienden a altitudes que varían entre 400 y 1.300 metros sobre el nivel del mar, generando una gran diversidad tanto climática como edafológica.



A mayor elevación, no solo la temperatura media es más baja, sino que también hay una mayor amplitud térmica diaria, lo que ayuda a preservar los aromas y mantener la acidez de las uvas. Las zonas superiores a los 1.000 metros están dominadas por variedades blancas como el Carricante, mientras que en las zonas más bajas, por debajo de los 900 metros, las variedades tintas como el Nerello Mascalese logran una mejor maduración. Las condiciones meteorológicas se vuelven cada vez más locales y peculiares conforme se gana altura, lo que confiere a los vinos del Etna su singularidad y complejidad.

Actualmente, la variedad que ocupa la mayor superficie en el Etna es el Nerello Mascalese, que representa casi el 80 % del viñedo cultivado. Esta variedad tinta está presente en los vinos de IDDA; sin embargo, el proyecto busca centrarse en la variedad blanca Carricante, resaltando el potencial único de esta uva.

El enfoque del proyecto IDDA es poco ortodoxo, ya que se han centrado en la vertiente sur del volcán, a menudo considerada el lado opuesto del Etna, una región algo olvidada, pero con un pasado glorioso. A diferencia del lado norte, más desarrollado y establecido, el lado sur sigue siendo relativamente inexplorado, lo que permite experimentar con una amplia variedad de altitudes, tipos de suelos y exposiciones.

Este desafío vitivinícola representa un emocionante redescubrimiento para ambas familias: Gaja, que nunca había cultivado en el Etna, y Graci, que no había trabajado en el lado sur del volcán.

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IDDA Bianco 2023

Este vino blanco está elaborado con Carricante, una uva poco conocida fuera de Italia, pero considerada la variedad blanca más importante de Sicilia. Se trata de una vid de maduración tardía y alto rendimiento, cuyo nombre proviene del verbo italiano caricare (“cargar”), en referencia a su generosa producción.

Antiguamente, la Carricante se vinificaba junto con otras variedades blancas locales, como la Minnella o la Inzolia. Hoy en día, se utiliza mayormente como monovarietal bajo la denominación Etna Bianco, ofreciendo vinos de gran mineralidad, tensión y una notable capacidad de guarda.

Los vinos elaborados con Carricante presentan un color amarillo pajizo intenso. En nariz, son elegantes y sutiles, con aromas de flor de azahar, frutas blancas como manzana y cítricos, además de notas de anís y matices que recuerdan al Riesling y al Chenin Blanc.

En boca, destacan por su marcada acidez y gran intensidad de sabor, con un carácter volcánico inconfundible. Su retrogusto mineral y su final salino, acompañado de una vibrante frescura, le otorgan un gran potencial de envejecimiento.

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IDDA Rosso 2023

Este vino tinto se elabora principalmente con la uva Nerello Mascalese, cuyo nombre proviene de la zona de Mascali, en la provincia de Catania, donde se cree que tuvo su origen. Esta variedad se cultiva principalmente en el noreste de Sicilia y se utiliza tanto en cortes como en vinos varietales.

Los vinos elaborados con Nerello Mascalese se caracterizan por su color rojo rubí, aromas marcados a frutos rojos, notas florales y especiadas, junto con sutiles matices de vainilla, tabaco y regaliz. En boca, son complejos, de sabor seco, con taninos persistentes y una buena estructura.

En el caso de IDDA Rosso, se compone en un 98 % de Nerello Mascalese y un 2 % de Nerello Cappuccio, otra variedad autóctona de características similares. Los viñedos provienen de los suelos más antiguos de toda la denominación, formados a partir de un antiguo flujo de lava, lo que les confiere un color más claro de lo habitual, indicio de un proceso de oxidación más prolongado.

El vino tiene una crianza de 24 meses en barricas de roble y tinas de hormigón, lo que contribuye a su complejidad y elegancia. IDDA Rosso es un fiel reflejo del carácter y las cualidades de la variedad Nerello.

“IDDA” significa “ella” en dialecto siciliano, y es el término con el que, con respeto y admiración, los habitantes locales se refieren al imponente volcán Etna. Invitamos a todos a descubrir estos vinos que expresan la fuerza, la elegancia y el carácter único de esta isla.


Leo Guerrero 
Sommelier Brand Ambassador Iber


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Prohibida su venta a menores de 18 años
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